Los datos de paro muchas veces divergen según la fuente informativa que consultemos. Suelen ser objeto de argumento por parte de todos y sin muchas veces saber muy bien a que se hace referencia. En España existen dos formas de realizar esta medición socioeconómica que tanto interesa a la opinión pública, mediante los datos aportados por el SEPE y con la EPA.
El primero lo realiza el Servicio Público de Empleo Estatal, antiguo INEM, que simplemente se encarga de recoger los datos de las oficinas de desempleo y publicarlos cada mes. A priori, parece ser la forma más correcta de conocer las variables del paro, pero si pensamos en la realidad, se le escapan muchos detalles. Entre otros, personas que no se inscriben en el paro al no tener derecho a prestación, primer empleo de gente joven, contratos por horas, subsidios agrarios, parados en cursos de formación o incluso gente apuntada y que está trabajando. Por lo tanto, hay un gran abanico de aspectos que el SEPE no puede llegar a recoger en sus datos.
Con esta disyuntiva, los expertos, la UE y demás organismos, interpretan que para conseguir hacerse una idea de la realidad del mercado laboral, lo mejor es realizar un muestreo. De esta manera la Encuesta de Población Activa, conocida como la EPA, se encarga de recoger una muestra de 65.000 familias, lo que viene a ser 180.000 personas, y de extrapolar los datos para el resto de población utilizando técnicas estadísticas. Se elabora cada trimestre y los resultados no son la realidad exacta, pero sí que se aproxima de una forma mucho más clara que con los datos registrados por los demás organismos. Con todo ello, también tiene sus aspectos negativos, ya que al ser solo la recogida de una muestra entre toda la población, los niveles de detalle, como el paro municipal, son de difícil aproximación, al ser el error de muestreo mucho más grande.
La EPA se aproxima mucho más a la realidad, aun siendo una encuesta, y nos sirve para hacer comparativas a nivel macro, por ejemplo entre países de la Unión Europea. Sin embargo, a nivel de detalle, los datos del SEPE nos pueden alumbrar mucho más, al observar disminuciones de paro bruscas o diferencias entre poblaciones. Por otro lado nunca hay que perder de vista a los trabajadores que están registrados en la Seguridad Social y que forman parte del mercado laboral.